DóNDE COMER EN ALCORCóN, LA NUEVA “TERREMOTO” DE LA GASTRONOMíA
Comer en Alcorcón no es una cuestión baladí. Los municipios del sur del área metropolitana de la ciudad de Madrid cada vez se están poniendo más las pilas en lo que a oferta gastronómica se refiere.
En la franja sudoeste de la gran urbe se concentran en un anillo una gran parte de las grandes ciudades madrileñas que han forjado un eje de población que cada vez pide más y más servicios. Para que os hagáis una idea, tanto Leganés como Fuenlabrada tienen cada uno más habitantes que San Sebastián, Alcorcón más del doble que Pontevedra y Móstoles casi la misma que la ciudad de Oviedo. Eso, es mucha gente. Más sabiendo que todas estas ciudades están prácticamente unidas, con una distancia mínima entre unas y otras.
Y aunque Alcorcón no ofrece apenas cosas que puedan llamar al turista convencional, ha desarrollado en los últimos diez años un nivel gastronómico que lo ha convertido en destino para los que quieren comer bien.
MAYORÍA DEL SUR, GUSTO POR EL NORTE
Por la ubicación de Alcorcón en la carretera de Extremadura, gran parte de los inmigrantes que llegaron en los años 60 provenían de comunidades andaluzas y extremeñas. Sin embargo, a la hora de sentarse en la mesa a los alcorconeros, al parecer, les pirra la cocina del norte. Muestra de ello es que gran parte de los restaurantes más concurridos de la localidad son de cocina gallega o asturiana.
El asturiano Ingazu (Po Castilla, 7) se llevó el premio al cachopo más popular de toda España en el año 2019. Y eso que tiene hasta ocho tipos diferentes donde elegir. También este restaurante es un habitual en la ruta de la fabada, ya que su receta ha sido galardonada como la segunda mejor de Madrid en dos ocasiones.
Asturias tiene otra parada en El Acebo (Pza. Del Sol, 7), un restaurante fetiche que si bien no sigue a rajatabla las directrices de la cocina asturiana, el rodaballo y las carnes maduradas de Aladino hacen que uno pierda la cabeza. El restaurante es muy pequeño por dentro, pero desde hace dos décadas tiene una legión de seguidores.
Galicia es el otro gran reclamo gastronómico de la ciudad alfarera. O Pulpiño (Carballino, 29) fue la apuesta de traer los aires de furancho gallego al sur de Madrid. Y triunfó; tanto que ya son tres los locales que tienen en funcionamiento, dos en Alcorcón y uno en Alcalá de Henares. Aquí te reciben con buenos arroces y un rincón del pulpeiro donde el pulpo a feira es el protagonista. Se atreven incluso con la tortilla al estilo de Betanzos rellena de callos, ahora que cada vez hay más sitios que se han subido al carro de las tortillas rellenas.
A’Lareira (Porto Lagos, 7) es uno de los gallegos de toda la vida de la ciudad. Su sello de identidad es la generosa mariscada donde no falta el centollo ni los carabineros. Sitio perfecto para echar unas cañas y dejarse llevar por los frutos del mar mientras esperas la mesa. Y eso es así porque no admiten reservas por teléfono, te reservan en la misma barra del bar y eso si tienes suerte. Así de cotizado está.
Claro que lo que está hoy en día muy cotizado en Alcorcón es Paladar de Galicia (Mayor, 2). Apenas lleva abierto un par de meses y sus empanadas de zorza y de vieira han causado locura y frenesí. Eso y que es uno de los pocos sitios de Madrid donde se pueden comprar pasteis de Belem y quesos gallegos de verdad.
SON LOS REYES DEL TERRACEO
Si hay algo que se puede decir de Alcorcón es que saben tapear a base de bien. En la ciudad alfarera puedes encontrar lugares buenos para el tapeo prácticamente en cada calle. Además, es uno de los pocos municipios que ha conseguido que la mayor parte de los bares de toda la vida no sucumban tras los estragos de la pandemia. Aunque son muchos, os damos algunas recomendaciones para tapear en Alcorcón.
Ver fotos: Las calles de tapeo más famosas de España
Kaura Kiosko (La Paz, 4). Es una de las terrazas más codiciadas de Alcorcón. Ubicado en el Parque de la Paz, este chiringuito ha ido evolucionando con los años hasta convertirse en un restaurante consolidado. Lo mejor: los churritos de pollo, las berenjenas con miel de caña y los caracoles.
La Marcela (Oslo, 31). Otro de los bares donde es complicado encontrar mesa libre los fines de semana. No tiene una terraza excesivamente cómoda pero tienen un servicio muy rápido y eficiente. Lo mejor: los huevos rotos y las carnes a la parrilla, ambos de un tamaño gigante.
Restaurante Fermín (Sierra de la Estrella, 8). El mítico restaurante del barrio de Torres Bellas sigue siendo el preferido para los amantes de las raciones generosas. Suele liderar los rankings de los mejores bares de tapas de Alcorcón a pesar de que no destaca ni por la ubicación ni por la comodidad de la terraza. Lo mejor: los chopitos y la oreja a la plancha. Es un punto de encuentro para la gente de todo Alcorcón, seas o no del barrio.
Charrito (Retamas, 72). Aunque entra más en la categoría de restaurante marisquería, el Charrito es un irreemplazable dentro de la ruta de tapas de Alcorcón. Suele estar demasiado concurrido y si hay fútbol casi mejor darse la vuelta. Pero todo sea por disfrutar de un buen marisco. Lo mejor: la fritura de pescado y la mariscada.
RESTAURANTES DE AQUÍ Y DE ALLÁ
Alcorcón es una ciudad que en este último año ha querido dar un paso más allá para demostrar por esta parte de Madrid se ha apostado mucho por los buenos restaurantes. Con el lema de “Alcorcón, sabor que mola” salieron muchos descubrimientos gastronómicos que pusieron a esta ciudad de los alrededores de Madrid en el itinerario de los sitios que visitar para comer mucho y bien.
Probablemente el mejor restaurante tradicional sea el restaurante Santa Cruz (Juan Ramón Jiménez, 4). “Pasión por la carne” es el más que sugerente eslogan de este restaurante situado en el Parque de la Ribota que cuenta con una impresionante selección de vinos. Aquí la gastronomía de la localidad sube un peldaño más, decantándose por una cocina de mercado mucho más cuidada y sofisticada. Hacen de la parrilla toda una institución. Y aunque su arroz de bogavante es espectacular, el chuletón de vaca de casi medio kilo es un must en Santa Cruz.
Abandonando tierra firme y adentrándonos en la mar, en esta ciudad se encuentra una marisquería que cuenta en su interior con el jardín vertical más grande de Europa. Hablamos de Bálamo (Cooperación, 11), una apuesta por la modernidad en la línea de esos restaurantes donde la premisa de “más es más” forma parte de su ADN. Muy famoso por su tapeo de fin de semana, este grandioso restaurante cuenta con varios espacios, algunos de ellos inspirados en el fondo del mar. Sus carnes son excelentes aunque su fuerte es el marisco, calculado al peso, en una fiesta en la que no pueden faltar las coquinas, las almejas y los carabineros.
Si quieres comilona, carne a la piedra, cerveceo y concierto de rock, el mítico Pirata’s (Navales, 33) en el polígono de Urtinsa sigue siendo la cita para foodies y melancólicos del rock. Si por el contrario eres vegano y prefieres irte a una playa tropical a ponerte fino de cócteles, Tropicool (Oslo, 53), en el pintoresco centro comercial X-Madrid, es sin duda tu place to be sano y divertido, con todo lo bueno y lo malo que tiene un restaurante en el interior de un centro comercial.
Para los que son de traspasar fronteras y buscar cocina internacional, hay muchos sitios que son de obligada visita si os pasáis por esta ciudad. Chez Michel (Lisboa, 24) es un delicado restaurante libanés que abrió hace poco más de un año y cuyo nombre cada vez resuena más entre los amantes de la cocina del Oriente Próximo. El libanés Michel, que ha pasado por la cocina del Ritz Garden y de Horcher, ha traído una propuesta basada en kofta de ternera, fatoush o cordero cocinado a baja temperatura con burgul que no deja de sumar adeptos.
Y muy cerca del ayuntamiento se encuentra BBQ Chicken (Portugal, 3), que a primera vista podría parecer un restaurante más de comida rápida. Y sí, pero no. BBQ Chicken es el único restaurante de pollo estilo coreano que existe en España. Pollo frito embadurnado en una salsa especial de tomate especiada con cacahuete y un ligero toque picante que nos traslada directamente al street food de Seúl. Es sencillamente adictivo y sólo lo puedes encontrar en Alcorcón.
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