CRUJIENTES GALLETAS DE QUESO SALADAS CON SOLO 3 INGREDIENTES, LA BOTANA PERFECTA
Las galletas son un snack que solemos asociar con algo dulce, pero también hay versiones saladas que son deliciosas, como estas galletas de queso. Son tan ricas, que puedes comerlas solas, pero también con una sopa, pasta o ensalada, lo mejor es que llevan solo 3 ingredientes.
Aunque muchos acostumbramos comer las galletas saladas para acompañar un atún o ceviche, en realidad son un mundo de sabor. Por ejemplo, puedes usarlas en lugar de crotones en sopas, cremas y ensaladas, pero también triturarlas para transformar tus platillos.
De esta forma, funcionan para hacer unas tartaletas saladas que sirvan como canapé o entrada; para gratinar tus verduras u otros platillos; para empanizar pescados, carnes y aves; para darle textura a las masas de tortitas, croquetas, albóndigas o rellenos, e incluso para contrastar sabores en los postres.
Si además eres un amante del queso, no te puedes perder esta receta de galletas de queso, saladas y extracrujientes. Solo necesitas 3 ingredientes: tu queso duro favorito, mantequilla y harina en partes iguales, reúnelos y pon manos a la obra.
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¿Cómo hacer galletas saladas de queso?
Preparación:
- En un recipiente amplio mezcla 250 gramos de harina de trigo con 250 gramos de queso parmesano rallado para integrarlos. Tip: puedes cambiar el parmesano por otro queso duro, como el manchego curado.
- Agrega 250 gramos de mantequilla a temperatura ambiente, cortada en cubos, e integra con las manos hasta tener una masa homogénea.
- Toma pequeñas porciones de masa, forma bolitas y colócalas en una charola de horno forrada con papel para hornear. Presiona cada bolita para darle la forma de galleta. Recuerda no dejar las galletas muy pegadas, sino con espacio entre cada una.
- Lleva al horno precalentado a 160 °C durante 15 minutos o hasta que estén doradas por arriba.
- Saca del horno y deja enfriar sobre una rejilla. Ya frías, guárdalas en un recipiente hermético, formando capas; coloca papel encerado entre cada capa.
- Disfruta tus galletas de queso saladas como un snack o para acompañar tus comidas favoritas.
Tip: si deseas darle más sabor a tus galletas, agrega a la mezcla de harina y queso un poco de hierbas secas o especias, como tomillo, orégano, ajo en polvo o lo que más te guste.
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¿Cuál es la diferencia entre queso duro y blando?
Existen diferentes formas de clasificar a los quesos y una de ellas es en duro y blando. La principal diferencia entre ambos, tiene que ver son el contenido de humedad, textura y tiempo de maduración.
Es decir, mientras los quesos blandos tienen un nivel de humedad alto y un tiempo de maduración corto, lo que les da una textura cremosa y un sabor fresco y, generalmente, suave, los quesos duros tienen una humedad baja y un tiempo de maduración que va de meses a años.
Por esa razón, su sabor es más intenso y complejo, además de tener una textura más firme y, en ocasiones, granulosa.
Uno de los quesos duros más conocidos, es el queso parmesano, que destaca por su sabor, pero en México tenemos opciones como el Cotija. De hecho, este ha sido llamado el queso parmesano mexicano, el cual es apreciado por el gusto salado, que va perfecto en frijoles, elotes y sopas.
Otra opción es el queso añejo, el cual se madura hasta obtener una textura firme y sabor intenso. Por otro lado, para quienes quieren un sabor más suave y menos salado, están los quesos semiduros, como el Chihuahua, que es perfecto para fundir.
En cuanto a los quesos blandos, son populares en México el quesillo o queso Oaxaca, caracterizado por ser un queso de hebra, perfecto para fundir. En cambio, el queso panela y fresco, también son blandos, pero tienen menor porcentaje de grasa, por lo que no se derriten tan fácil.
Sin embargo, son perfectos para ensaladas, enchiladas, sopes o para comerlos solos.
¿Quién no ama el queso? Si a todo se lo pones, prepara estas deliciosas galletas de queso saladas, serán las compañeras perfectas de todas tus comidas.
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Otra forma deliciosa de disfrutar el queso, es con esta tabla, prepárala en casa: