PARA HACER MáS AMIGOS DEBES REALIZAR ESTE CAMBIO, SEGúN LOS EXPERTOS

Hacer amigos en la edad adulta a veces puede parecer misión imposible, sobre todo si no somos personas extrovertidas para las que conocer gente nueva es un hábito que dominan a la perfección sin darse cuenta.

Sin embargo, también hay ocasiones en las que abrir nuestro círculo se complica no porque entablar conversaciones nos resulte difícil, o no solo por eso al menos, sino porque estamos acostumbrados a adoptar unas actitudes que nos impiden realmente dar la oportunidad a otras personas de acercarse.

Sobre ello habla el experto John Amodeo, quien desde su experiencia como terapeuta de familia ha encontrado cuáles son las claves para ser una persona más “agradable”, simpática, atractiva podríamos decir, y así poder hacer más amigos.

Las estrategias que debes usar si quieres hacer amigos, tengas la edad que tengas

Da igual si tienes 18 o 60 años, hay 5 estrategias infalibles que te ayudarán a hacer amigos de forma sencilla.

Amistad

Las claves para hacer amigos en la edad adulta que has pasado por alto hasta ahora

Hay ciertas cosas que debemos tener en cuenta aunque no pensmos en ello.

Todo debe empezar con un trabajo previo personal, y es que Amodeo explica que para aceptar a nuevas personas y que les gustemos, primero debemos aceptarnos a nosotros mismos. Física y mentalmente, dónde estamos en la vida y lo que hacemos, porque si no lo conseguimos entonces en nuestra mente creeremos que los demás nos están juzgando por lo mismo aunque no sea verdad.

Esta compasión nos ayudará a realizar el cambio fundamental para conocer gente nueva de verdad, y es el de no ser tan críticos con los errores de los demás. Dar el beneficio de la duda ante los fallos de aquellos a los que estamos conociendo nos permitirá continuar haciéndolo y que potencialmente se conviertan en amigos.

Como dice el psicólogo, es habitual que por nervios, por un mal día o por cualquier razón podamos decir o hacer cosas que se perciben negativamente pero que realmente no reflejan cómo somos. A todos nos ha pasado, y no sería justo.

Juzgar firmemente a los demás desde el primer segundo nos impide descubrir cómo es otra persona de verdad y que ellos también lleguen a conocernos realmente a nosotros. Si tenemos la capacidad de aceptar los fallos y nos demuestran que son simplemente eso y no quiénes son, podremos tener más posibilidades de ganar un amigo.

Y si descubrimos que ciertas actitudes o pensamientos se repiten y no concuerdan con nuestros valores, entonces podremos decir adiós pero sabiendo que al menos se ha intentado. ¿Qué más se puede pedir?

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