ESTE ES EL RASGO DE TU PERSONALIDAD QUE DEBES TRABAJAR PARA AUMENTAR EL EQUILIBRIO EMOCIONAL Y SER MáS FELIZ

Piensa en una madre levantando a sus hijos. Tiene una familia y estabilidad económica. ¿No es suficiente para ser feliz? No lo parece si la ves a primera hora gritando a los niños porque llegan tarde al colegio, enfadándose porque está todo tirado y diciéndoles cosas de las que luego se arrepentirá. Por no hablar de que ya va camino del trabajo de mal humor.

Es solo uno de los múltiples ejemplos que podríamos poner en los que una persona no ve la felicidad, cuando objetivamente podría ser feliz. Esta madre culpa a los demás y al mundo en su conjunto por sus continuas insatisfacciones.

Detrás de esta y tantas otras historias hay un problema de base. Un problema que es el que no deja a esa madre ser feliz o, al menos, no ser feliz tan a menudo como podría serlo.

La habilidad que te hará ser más feliz

El problema de esa madre y de tantas otras personas es que no tiene suficiente capacidad de calmarse. Sí, es así de simple. La calma puede suponer toda un cambio total de perspectiva.

“La vida feliz se reduce a estas dos habilidades cruciales: la capacidad de calmarse y saber gestionar los desafíos inevitables”, asegura el prestigioso psicólogo estadounidense Jeffrey Bernstein. Bernstein, que es especialista en relaciones familiares y autor de varios libros, es un gran defensor de la calma como la manera de poder lidiar con los problemas y el mundo que nos rodea.

Volvamos al ejemplo de esa madre sobrepasada. Si cuando se enfrenta a rabietas y peleas entre sus hijos, mantiene la calma, como mínimo no empeorará la situación. Los gritos de un tercero nunca ayudan. Además, al modelar la paciencia y la regulación emocional, crea un ambiente armonioso.

Este tipo de actitud en las familias hace que los hijos se sientan más seguros para expresarse abiertamente y ayudará a resolver los conflictos de manera amistosa. Además, con su ejemplo, esta madre hará que sus hijos también tengan mejores habilidades para afrontar la vida.

Te ayudará a lidiar con los problemas

Si sabes mantener la calma, te ayudará a lidiar con el segundo punto importante que plantea el psicólogo Bernstein: saber gestionar los problemas que nos surgen y que no podemos evitar.

Vayamos a otro ejemplo que puede aclarar por qué es tan importante trabajar estos dos aspectos. Un joven emprendedor que no ha conseguido que su trabajo llegue a buen puerto. Si no hay calma, lo que verá será solo desesperación e inutilidad de su esfuerzo.

Si quiere, puede ver el fracaso como una oportunidad de crecimiento e innovación. Puede abrirle otras puertas que incluso sean mejores que el proyecto que tenía entre manos. No ha podido hacer nada por triunfar en lo que había emprendido, pero puedo ver un camino positivo delante.

Puede analizar los errores, ser resiliente (adaptarse a los cambios) e ingenioso frente a la adversidad. Y volver a ser feliz a partir de esta nueva puerta que él mismo abre.

Cómo podemos practicar la calma

Mantener la calma no solo ayuda a ser más feliz. También te ayuda a tener mejor salud. El estrés continuo hace que nuestro cuerpo esté continuamente generando cortisol, que es la hormona del estrés.

Hay evidencias de que este exceso de cortisol provoca dolor de cabeza, ansiedad, problemas digestivos. Además aumenta el riesgo de problemas cardiacos, diabetes y otras enfermedades crónicas. En suma, motivos para ganar infelicidad.

Pese a que el estrés también tiene parte de componente genético (hay personas que son nerviosas de nacimiento y otras más tranquilas), la calma es una habilidad que nosotros podemos aprender y practicar.

Este psicólogo aconseja que los métodos más efectivos son la meditación y el mindfulness. En su experiencia profesional ha comprobado que las personas con múltiples tareas y que hace malabarismos para sacar adelante todas sus responsabilidades, paradójicamente logran mejores resultados y una vida más placentera si se paran e incorporan estas prácticas de atención plena en su vida diaria.

“Al tomar breves descansos para meditar y hacer ejercicios de respiración profunda, logran mantenerse más centrados y serenos incluso durante las situaciones más estresantes”, asegura Bernstein.

Esta capacidad de calmarse no solo mejora su productividad, sino que fomenta también un buen ambiente de trabajo, más positivo en el que se puede colaborar mejor con los colegas. Esto redunda en la satisfacción profesional y la felicidad.

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