LA MODA DE LOS CóCTELES ENLATADOS Y POR QUé KYLIE JENNER YA LOS VENDE

Al ver muchos de los realities de Netflix (no todo va a ser Andrei Tarkovsky, ¿ok?), resulta llamativa la cantidad de latas coloridas de las que sus participantes beben a lo largo de los capítulos. Pero no se trata de la mítica lata roja de Coca Cola, sino que en realidad son cócteles enlatados que viven ahora un momento de absoluto esplendor. Las celebridades, siempre atentas al siguiente modelo de negocio, no han dudado en subirse a la ola de esta tendencia al lanzar sus propios productos.

Mientras que los frikis de los realities de Hulu (recordad: no-todo-va-a-ser-Tarkovsky) sabrán que en ‘Summerhouse’, dos de sus “estrellas” (ojo a las comillas) tienen una marca de cócteles enlatados Loverboy Summer, Kylie Jenner ha lanzado Sprinter, unos cócteles de sabores afrutados y vodka sin azúcares añadidos destinados a ser un éxito de ventas, pues en el instante en el que una de sus coloridas latas aparecen en su perfil de Instagram, o en los de sus hermanas, la marca tiene una inmediata visibilidad ante millones de personas. “El motivo principal por el que Sprinter es diferente a todas las marcas dentro de la categoría del ready-to-drink es su sabor. Está formulado para que sus sabores realmente sean el reflejo de los zumos de frutas que se han empleado en su formulación, y esto era algo esencial para mí. Más allá del sabor, Sprinter tiene una personalidad de marca que la aleja de las demás”, dice Jenner a ‘Food and Wine’. Acaba de salir la noticia de que en tan sólo un mes de vida, este refresco ha vendido más de 140.000 cajas, por lo que sin duda, el nuevo negocio de Jenner está destinado a crecer.

Mientras tanto su hermana, Kendall Jenner, acaba de lanzar una edición limitada de su tequila junto a los sobres de café de la influencer Emma Chamberlain para dar forma al cóctel del momento, el Espresso Martini, que ahora es más fácil de preparar que nunca gracias al avispado olfato de las reinas de las redes y de las pasarelas. Por supuesto, la marca Loverboy Summer también tiene ya su propuesta on-the-go.

Pero, ¿por qué este furor por los cócteles enlatados? Cada vez se buscan más las bebidas ‘ready-to-drink’ (RTD) que cuidan sus sabores, mientras que el acelerado ritmo de vida en el que nos encontramos sumidos reclama experiencias ‘on-the-go’ que sean las alternativas de los habituales cócteles que aunque son deliciosos, requieren un tiempo de preparación, por lo que estas bebidas listas para ser disfrutadas en cuanto se abre la lata son muy aplaudidas. Este tipo de cócteles pueden ser perfectos también para eventos de marca y galas, pues permiten disfrutar de las mezclas del momento sin tener que esperar en la barra a que el bartender prepare la bebida.

Las cuestiones de sostenibilidad también son importantes, pues su producción y transporte conllevan una huella de carbón inferior a las que implican las bebidas en envases de cristal. Cómo no, las cuestiones estéticas también importan, pues ante la obsesión por ser siempre los más cool en las redes sociales, el grafismo y la estética de las latas resulta primordial para hacer de ellas un objeto más de deseo y de postureo. “Creemos que el éxito de estas propuestas radica en la conveniencia. Preparar un cóctel de manera tradicional requiere bastante: conseguir los ingredientes, el tiempo de preparación y servicio. El formato ready-to-drink elimina todas esas barreras, haciéndolo fácil y accesible para disfrutar en cualquier momento y lugar”, explican a ‘Elle Gourmet’ Inés y Sofía Miró-Sans, fundadoras de Libertine Blends, una marca que nace con el objetivo de innovar el mundo de la coctelería, fomentando una nueva forma de beber.

Junto con Erik Stephenson, head of product y head bartender de Libertine, la coctelería de Casa Bonay, han creado 7 referencias con ingredientes de primera calidad. “Aunque nuestro enfoque y precios suelen atraer más a un público adulto, creemos que hay una oportunidad con las generaciones más jóvenes. Ellos están optando por consumir menos alcohol, y nuestro enfoque de 'beber menos pero mejor', junto con las opciones sin alcohol, creo que nos permitirá conectar con ellos también”, aseguran.

Señalan que desarrollar un cóctel enlatado que mantuviera tanto el sabor como la calidad ha sido un gran reto. Para lograrlo, han trabajado con Stephenson durante un año para seleccionar los mejores destilados, licores e ingredientes naturales, sin sabores artificiales. “Hemos probado más de 200 ingredientes y perfeccionado las recetas unas 12 veces para cada cóctel. También fue clave contar con el equipamiento adecuado para asegurar la precisión en el nivel de acidez y dulzura y encontrar un socio de enlatado que se ajustara a nuestros estándares de calidad”, explican las creadoras de Libertine Blends, que se basa en cócteles clásicos como el Bellini, Mule, Gin Basil Smash, Piña Colada y Negroni, a los que han dado un twist diferente. Para los sober-curious, han incorporado también una opción sin alcohol en lata con base de pera y cardamomo.

El último informe de FactMR indica que el mercado de los cócteles enlatados se valora en 25.000 millones de dólares, siendo por ello una gran oportunidad para el negocio de las bebidas, en el que por descontado, pesos pesados del sector, como Bacardi Limited, ya cuentan con sus propios productos cócteles RTD. La verdad es que sería raro ver a James Bond pedir su Negroni y abrir una lata, pero si él tiene licencia para matar… ¿Acaso no van a tener las marcas de bebidas licencia para enlatar sus productos?

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