ANA, LA ORIGINAL NOVIA VASCA QUE SE CASó CON UNA CAPA DE PRINCESA EN MITAD DE LA MONTAñA

"El día que me case seréis vosotras las que hagáis mi vestido de novia". Eso es lo que Ana les dijo a Saioa Goitia y Sofía Arribas, CEO y directora creativa respectivamente de Sophie et Voilà, cuando adquirió su primera pieza de la firma allá por 2016, un cuerpo llamado Balen. Seis años después, este pasado mes de marzo, Ana cumplía su palabra eligiendo a Saioa y Sofía para crear suvestido de novia, un espectacular diseño de tul y con capa al más puro estilo princesa que le han llevado a convertirse en una de las novias de invierno más originales y elegantes de todas.

La boda de Ana y Mikel estuvo marcada por sus raíces vascas. Tras firmar en Lazkao, la pareja elegía el restaurante Aboiz, Garai (Bizkaia), un precioso caserío renovado, como escenario de esta preciosa boda. "Me parecía un lugar que combinada naturaleza, debido a sus jardines y que se encuentra entre montañas, y tradición.", explica Ana.

Teniendo en cuenta este paraje, apostar por una firma que también rinde homenaje a la cultura vasca no podía antojarse más perfecto y precisamente de ello habla Ana: "No solo me encantan los diseños de Sophie et Voilà, sino que también hacen un guiño a la cultura del pueblo vasco, bien sea a través de colecciones inspiradas en el diseñador Cristóbal Balenciaga o en la pelota vasca. También han tenido editoriales fotografiadas en un frontón de pelota vaca, desfiles con las modelos llevando txapelas o colecciones con nombres en Euskera".

"Cuando acudí al atelier a la primera cita para diseñar el vestido de novia, tenía claro que quería un vestido que Sofía diseño hace unos años que me enamoró y nunca lo compré. Un vestido que combinada crepe blanco y volantes de tul, también en blanco. Estaba muy arrepentida de no haberlo comprado y pensé que la boda era la excusa perfecta para que me lo hicieran.", explica Ana a Harper's Bazaar sobre su vestido de novia.

Sobre el proceso de creación, Ana nos cuenta que tuvieron que hacerlo en tiempo récord: "Di a luz en octubre y me casé el 23 de marzo. Acudí al atelier de Bilbao después de dar a luz. Fue complicado porque yo iba adelgazando y hubo que ir achicando el vestido de prueba a prueba.", narra. Asimismo, y aunque sea la gran protagonista del look, la capa de novia no estaba en mente inicialmente: "Yo tenía pensado hacerme solo el vestido, pero Sofía me preguntó qué iba a llevar por encima y yo le respondí que no había pensado en eso. Fue entonces cuando me diseñó la capa y nada más ver el boceto lo tuve claro: no podía ser más yo."

Respecto a los accesorios de su look nupcial, Ana decidió ponerle un broche de diamantes de su madre a la capa y eligió unos zapatos que toda amante de la moda (y de Sexo en Nueva York) reconocería y entendería en esta ocasión: los Hangisi de Manolo Blahnik: "Igual de claro que tenía que mi vestido iba a ser de Sophie et Voilá, tenía que los zapatos iban a ser el modelo Hangisi de Manolo Blahnik en azul. Llevaba años imaginándome mi boda con esos zapatos."

Finalmente, para el ramo de novia, Ana optó por un precioso diseño de rosas inglesas, diseñado por una floristería de Bilbao llamado Ruiz de Ocenda, aunque su primera opción tal y como nos cuneta eran peonías rosas, decidieron descartar estas flores al no ser de temporada y optar por estas elegantes flores tan habituales en ramos de novias de invierno.

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