SOBRE LA INVITADA QUE LLEVó EL VESTIDO-TANGA MáS ARRIESGADO (Y ELEGANTE) EN EL CUMPLE DE VICTORIA BECKHAM
Victoria Beckham salió de la fiesta de su 50 cumpleaños montada a horcajadas sobre la espalda de su marido, David Beckham. Así descrita, la imagen parece más esperpéntica de lo que en realidad fue: ambos mantuvieron una seriedad y dignidad que desde luego no se asociaría a semejante momento. Huelga decir en favor de la diseñadora que llegó en muletas a la fiesta en cuestión, es decir, el alcohol, en teoría, no tuvo que ver con el hecho de que horas después la abandonara sobre la espalda del futbolista.
Podría decirse que este momento y el protagonizado por las Spice Girls –reunidas para la ocasión por primera vez desde ni se sabe– con micro en mano y entonando uno de sus himnos han sido los más comentados de un cumpleaños que ha contado entre sus ilustres invitados con el mismísimo Tom Cruise (ahí queda eso), Eva Longoria o Salma Hayek. Sin embargo, y como suele ocurrir cada vez que un elevado número de celebridades se une en el mismo espacio-tiempo, un par de “pequeños” detalles son los que han gozado de cierta trascendencia, si por tal entendemos protagonizar vídeos y reels en Instagram y otras redes sociales durante al menos un par de días.
Que si las chicas picantes por aquí, que si Victoria a lomos de David por allá, al final poco o nada quedará de todo ese ruido. Y para nosotras, en caso de quedar algo, será un precioso vestido rosa. Es probable que dentro de un tiempo ni siquiera recordemos quién lo llevó, así como las circunstancias que lo rodearon o el contexto donde apareció y luego desapareció. Es probable que solo lleguemos a vislumbrar el color y poco más. Tanta imágenes, tanta información, tanta ruido para que al final nos quede un leve fogonazo teñido de rosa.
Hasta entonces, y siendo muy conscientes del desenlace de esta historia, vamos a disfrutar del modelo que la modelo –valga la redundancia– Rosie Huntington-Whiteley llevó en el ahora mismo muy mediático cumpleaños. Se trata de un diseño de color rosa sin mangas y con cuello de cisne cuya parte inferior, de tejido transparente, deja ver la silueta de un body con acabado tanga. La sorpresa, si es que la hay a estas alturas, está producida por esta asociación: vestido, rosa y tanga; y por la elegancia con que la modelo y actriz ha lucido semejante mezcla. Hasta el punto de que resulta apetecible y, siendo optimistas, inolvidable.
Desconocemos si el vestido de Rosie superará en nuestro recuerdo a Victoria montada a lomos de David Beckham. Dos imágenes que el tiempo dirá si merecen “sobrevivir”. Otra fiesta, otro vestido. El rollo de siempre, que diría el grupo Extremoduro.