Aguardar al momento adecuado puede condenarnos a permanecer en el banco de la paciencia eternamente. Hay veces en las que es necesario propiciar ese instante en lugar de prorrogarlo hasta que los astros se alineen por más que, de vez en cuando, efectivamente, se produzca el milagro. "La ocasión hay que crearla, no esperar a que llegue", decía Francis Bacon y su sabiduría se puede aplicar tanto en la vida, como en el amor o en la moda. Ese vestido de princesa que cuelga en tu armario esperando su oportunidad no necesita excusas, es el fin es el medio y es tendencia absoluta en el verano de 2024.
Esta temporada, entendemos por vestido de princesa, un maxivestido de tirantes con cuerpo encorsetado (con o sin varillas) y una falda circular que emprende el vuelo a la altura de la cadera. Con una silueta similar a la robe de style aunque menos exagerado digamos que es su hermano menor, igual de elegante, pero más versátil.
Confeccionado a menudo en tejidos ligeros como el algodón o el lino, en colores suaves y especialmente favorecedores para el bronceado resulta muy fácil de combinar por lo que es una garantía de éxito en bodas, bautizos, graduaciones, comuniones o en cualquier cita especial que seas capaz de pensar. Sin embargo, el hecho de que haya tantos modelos disponibles en colores claros, neutros, beige o marfil (y por tanto, incompatibles con las ceremonias clásicas), confirma que no se trata de un vestido para ESA ocasión, sino una tendencia capaz de convertir un día cualquiera en uno extraordinario.
Respeta la silueta canónica en colores planos y discretos como el amarillo mantequilla, el blanco el beige. Es el que mejor representa la estética Old Money.
Llévalo con… alpargatas de cuña.
Se ajusta a la descripción clásica pero añade algunas peculiaridades únicas o tendencia como un estampado discreto, un acabado plisado o un adorno en los tirantes.
Llévalo con… Bailarinas transparentes.
La versión más cursi es de color rosa, tiene estampado de flores, está cubierto de lazos o todo a la vez.
Llévalo con… Llévalo con sandalias planas.
Y no por ello menos elegantes e incluso cursi: adornado con lazos, con escote fruncido tipo campesina o con corpiños marcados.
Llévalo con… Sandalias de tiras finas o kitten heel.